martes, 17 de enero de 2012

moisés, el salvado de las aguas (obra completa)


Autor: Diana Tessari

Obra de teatro para realizase con una tercera y quinta clase
Total 30 niños/as

Personajes:
Madre de Moisés
Princesa Bithja
Moisés anciano
Aarón anciano
Moisés niño
Moisés adolescente
Moisés joven
Moisés adulto
Aarón adulto
Myriam niña
Myriam joven
Myriam adulta
Faraón 1
Faraón 2
Reina esposa del faraón
Mago Balaam
Ángel de Dios
Padre de Moisés
2 sirvientes egipcios
Guardia egipcio
6 pastoras
3 ovejitas
3 pastores
2 hijos de Moisés
Jetró
Voz de Dios (off)
3 narradores para el principio

Myriam y Moisés van creciendo a lo largo de la obra y son representados por diferentes niños que irán vestidos estrictamente iguales.
Todos forman parte del coro y van a su escena y vuelven a él. Todos participan de toda la obra.
La idea es crear un grupo a partir de febrero que se reúna una tarde a la semana para confeccionar el vestuario, la escenografía y el atrezo.


INTRODUCCIÓN
3 narradores vestidos sin caracterización
Están ubicados en una esquina del escenario, cerca del piano.
Leen el texto de papeles tipo bando
Mientras los narradores leen el texto la escena ocurre en teatro de sombras; dos maestros (que luego estarán en bambalinas colaborando) sostendrán la tela para realizar las sombras.

La voz de Dios dijo a Jacob: ve a Egipto sin temor, yo estaré con vosotros. Haré de ti y de tus hijos un gran pueblo.
Jacob y sus 11 hijos fueron a Egipto y aún cuando su viaje fue largo y penoso los acompañaba una buena estrella.
José y Jacob se establecieron en la fértil tierra de Gosen y allí nacieron y vivieron sus hijos, y los hijos de sus hijos y los hijos de los hijos de sus hijos y su descendencia se convirtió en un pequeño pueblo y ese pueblo se llamó Israel.
Pasaron los años y mientras José vivió, sus hermanos, los israelitas construyeron casa, trabajaron los campos,  criaron rebaños y tuvieron hijos y cada vez eran más.
José murió y fue sepultado a las orillas del río Nilo.
Los israelitas se convirtieron en un pueblo fuerte y eso a los egipcios les dio mucho miedo.
Y fue el miedo el que instó al faraón a hacer esclavos a los hebreos y más aún, mandó matar y echar a las aguas del Nilo a todo niño recién nacido en el pueblo de Israel.

Los maestros desarman el telón de las sombras y queda al descubierto el coro, algunos niños de pie sobre bancos y otros en el suelo; todos los niños están en escena caracterizados de sus personajes.
Los narradores entran en bambalinas y en esa esquina se ubican Moisés y Aarón ancianos.
Durante este momento suena el piano dando la introducción a un estribillo que cantará en coro.

ESCENA 1
Olitas del Nilo son movidas por dos niños. Hay juncos a los lados

Coro: (cantado)
¡Qué tristeza, qué dolor,
Ha nacido otro varón!

Se adelantan las niñas del coro tres pasos:
A las frías aguas del Nilo
Lo debemos arrojar
Más la luz que de él emana
No queremos apagar


Coro: (cantado)
¡Qué tristeza, qué dolor,
Ha nacido otro varón!

Madre: (Con una cesta entre manos)
Una cesta construiré
Con brea y pez la pintaré
Y entre los juncos del Nilo
Protegida bien del río
A mi niño dejaré.

Coro: (cantado)
¡Qué tristeza, qué dolor,
Ha nacido otro varón!

Madre: (le da la cesta a Myriam)
Ve mi niña, Myriam mía
A esconderte entre los juncos,
Cuida a tu pequeño hermano
Y que llegue a buenas manos
(Myriam se esconde entre los juncos)

Coro:
Y allí fue Myriam gustosa
A cuidar de su hermanito
En la cesta preparada,
Entre juncos bien guardada.
¡Grande ha sido su sorpresa
Cuando vio aparecer
A la joven princesita, Bithja,
Del faraón era hija
Y la cesta fue a coger

Bithja (coge la cesta y destapa al niño)
¡Este es un niño hebreo que debía ser matado!
¡Pobrecillo!, tan cuidado ¿Qué podré hacer con él?

Se acerca Myriam: (que observaba la escena desde su escondite)
Buen día su majestad, tal vez la pueda ayudar y es posible que por estas tierras, nodriza podamos hallar.


Coro: (mientras el coro habla Myriam busca a su madre entre el coro con Moisés en los brazos para dárselo, su madre lo abraza. Todos cantan una nana hebrea)

Alegre y entusiasmada
A su madre fue a buscar
Y su hermanito querido,
Lleno de luz y claridad,
Podría quedarse en casa,
Su madre lo va a amamantar.

(Mientras el coro sigue hablando sale de él el Moisés niño jugando con una pelota pequeña, su madre y su hermana están cerca de él)

Moisés creció con su madre,
Varios años pudo estar
Pero ya algo mayor
Su madre lo vio marchar
Se fue al palacio de Bithja,
Del faraón era hija,
Ella lo iba a cuidar.

(Bithja coge al niño de la mano y se va andando hacia la bambalina más lejana)

Le dio por nombre Moisés,
El salvado de las aguas
Myriam, su hermana y su madre
Lo visitaban de buena gana.


ESCENA 2

Seguidor a Moisés y Aarón ancianos
El resto se apaga
Mientras Aarón habla se va montando la escena en el centro del escenario

Aarón: (pausadamente)
Habían pasado tres años desde tu nacimiento, el faraón estaba sentado a la mesa. A su derecha la reina, a su izquierda estaba Bithja contigo sentado en su regazo. Había varios invitados, unos mandatarios y un mago.

Mientras Aarón habla pausadamente se va armando la escena: una mesa, sillas mantel y banquete que estará pegado a una base y llegará todo junto. Están todos sentados a la mesa, dos sirvientes abanican,  el piano acompaña, el niño Moisés saca al faraón la corona de su cabeza y la pone en la suya. Inmediatamente Bithja devuelve la corona al faraón.

Faraón:
¿Qué le debe suceder
Al pequeño niño hebreo?
Que mi corona quitó
Y en su cabeza posó.

Mago:
No creas mi faraón
Que esto ha sido mero juego
Este pequeño Moisés
Sabe que quiere ser rey.
Y esta es la solución
Que ofrezco a esta situación:
Regad con su sangre la tierra
Y evitad una querella.

Ángel de Dios:
Escúchame faraón
El niño es aún pequeño
Te lo pido por favor
Comprueba primero su acción

Coro:
¡Qué le traigan dos platillos!
Dijo el ángel con firmeza,
En uno carbón en brazas,
En otro oro y riquezas.
Moisés habrá de escoger.
Si oro, piedras y riqueza,
Significará su cabeza.
Pero si carbón escoge,
Como inocente lo acoges.

Faraón:
¡Dos platillos por favor!
Que uno contenga carbón,
Veremos qué hace el niño,
De mi hija, su corazón.



Coro:
Moisés extendió su mano,
En dirección a las piedras,
Pero el ángel del Señor
Con la fuerza de su mano
La dirección desvió.
Moisés cogió el carbón
Y se quemó la manita
Más esta fue la razón
De salvar su cabecita.

El mago se pone de pie y se dirige hacia el público con gesto de complicidad

Mago:
¡No sé cómo lo ha logrado!
Piedras, oro y riqueza
Juraría que ha buscado
Más con carbón abrazado
Sus manos se han quemado.
Prestaré más atención
No sea que en el futuro
Yo vaya a tener razón.

Mientras el mago habla al público se desarma la escena, sólo quedan la mesa y las sillas y se cambia el mantel y la comida.

ESCENA 3:

Aarón anciano:
¿Recuerdas Moisés aquella noche, en que nos viniste a ver?
Myriam te contó el secreto, ¡qué difícil de creer!

Escena mesa pobre, a la mesa madre y padre de Moisés, Aarón y Myriam y Moisés.

Myriam:
Te hemos guardado un secreto,
Dentro de nuestro corazón.
Moisés, y tú sin saberlo, y sin encontrar razón.
Eres mi verdadero hermano,
También hermano de Aarón,
Nuestra madre te ha cuidado
Y guardado protección-
Bithja te ha salvado
De la muerte y del horror.
Cogió la cesta del Nilo,
Yo miraba con temor.
Ella buscó a nuestra madre,
Sin saber, sin intención
Y te dejó a su cuidado
Hasta que fueras mayor.

Moisés: (de pie cara al público)
¡Acabo de comprender!
Hablaba mi corazón,
Siempre vine hacia vosotros
Vine con gusto y amor,
Me encontraba confortable
En este cálido rincón
Y en el hablar de mi sangre
Se escuchaba una canción:
¡Soy un israelita,
Cumpliré con mi misión!

Moisés y Aarón ancianos
Aarón:
Caminabas tú Moisés
Por el valle yendo a casa
Cuando una imagen muy fuerte
Ante tus ojos estaba.

La escena ocurre entre Moisés y el faraón

Coro:
Moisés vio como su pueblo
Era tan, tan maltratado
Que ni un día de descanso,
Pasaba siempre trabajando.
Juntó todo su valor y fue a hablar al faraón.

Moisés:
Altísimo señor, te digo
Siempre eres bueno conmigo,
Debo pedir tu favor:
¿Podría ser que mi pueblo,
Gracias a tu merced,
Descanse un día en semana
Para al trabajo volver
Con las fuerzas renovadas?


Coro:
El faraón benévolo
Contestó esto a Moisés

Faraón:
Cumpliré con tu pedido,
Es por tu buen corazón

Coro:
Balaam, el mago, molesto,
Con gran rabia se quedó,
Se había creado el sabat,
¡No era su decisión!

Moisés y Aarón ancianos
Moisés:
Caminaba a vuestra casa
Con muchísima ilusión
Mientras iba caminando
Observaba con horror
¡Nuestro pueblo trabajaba,
Desnudo a los rayos del sol!
El guardia, látigo en mano miraba
Y según su parecer
Con éste él les pegaba.

Escena entre Moisés y el guardia
Moisés:
Este hombre está ensangrentado
Déjalo ya, ten compasión,
Más si le sigues pegando,
A ti te pegaré yo.

El guardia hace el gesto de volver a pegar.

Coro:
Moisés le quitó el látigo,
La ira lo poseyó,
Y con la parte más dura,
Con fiereza le pegó.
El guardia yace en el suelo,
No hace gesto de dolor,
En realidad cayó muerto,
Tuvo un entierro veloz.

Balaam, el mago:
¡Recuerdas mi faraón,
Cuando el niño era pequeño,
Con tu corona jugaba
Y no hiciste caso a eso!
Ahora muerte nos da,
¿Qué otra cosa
Más hará?

Coro:
El faraón se asustó
Y a Moisés mandó matar
Bithja que el plan conocía
A moisés pudo salvar-

Bithja va hacia el cuarto de Moisés con una lámpara.
Bithja y Moisés se encuentran.
Bithja:
Vete, abandona el palacio
Y también esta ciudad,
Que yo tengo la esperanza,
El faraón calmará-
A Myriam le avisaré,
¡Huye ya de esta ciudad!

Coro:
Moisés partió por la noche,
Él se fue de la ciudad
Y el faraón enfadado,
A su pueblo atacará-
Más trabajo, menos paga
Y ni un día a descansar.

Moisés y Aarón ancianos
Mientras ocurre el relato la escena se va armando cara al público.
Moisés:
Errante viajé por largos caminos hasta llegar a la tierra de Madián. Un ángel del señor me dijo que allí debía quedar.
Por la noche llegué a un pozo, me dispuse a descansar, justo cuando algunas jóvenes se acercaban al lugar, con sus ovejas balando para su sed apagar; cuando unos pastores llegaron y del pozo las echaron.

Moisés:
¿Qué hacéis jóvenes amigos,
Por la fuerza no está bien
Que a las doncellas tratéis.
Cada quién a su camino,
Y no desafiar al destino.

Coro:
Los pastores no pudieron
Desafiar al extranjero
Fuerte y grande era su cuerpo,
Mejor escapar corriendo.

(Música mientras ocurre la escena)
Los pastores se van mientras Moisés ayuda a las jóvenes a dar de beber a sus ovejas en un lado del escenario.
Mientras tanto al otro lado se va montando la casa de Jetró, el padre de las jóvenes.
Las jóvenes se dan la vuelta y se van a su casa.

Jóvenes en coro:
¡Padre, padre!
¿Sabes qué nos ha pasado?
Un hombre vestido de egipcio
De nosotras se ha apiadado
Y a los malvados pastores,
De patitas ha sacado.

Jetró:
¡De inmediato id a buscarlo,
En nuestra casa hay lugar
Para un huésped distinguido
Que a mis hijas supo cuidar.

Coro:
A Moisés le gustó estar
En la casa de Jetró.
Pudo cuidar los rebaños,
Supo abrevar los ganados
Y del sabio sacerdote,
Muchas cosas aprendió.
Tomó por esposa a Séfora
Y ella dos hijos le dio.

Coro:
Un día estaba Moisés
Haciendo pastar su rebaño,
Un cabrito se perdió,
Debía de ir a buscarlo.
Se fue hacia la montaña,
Llamada montaña de Dios.
Fuego vio muy hacia arriba,
Preguntó ¿Quién lo encendió?
Más cuando estaba muy cerca,
La luz se hizo mayor
Y entre medio de las llamas
Una gran voz resonó

(Niño en off y niñas vestidas de rojo hacen los movimientos de un árbol en llamas)

Voz en off:
¡Moisés, Moisés!

Moisés:
Aquí estoy

Voz en off:
No te acerques a este suelo,
Que tierra sagrada es,
Quítate las sandalias,
Queden desnudos tus pies.

Moisés se saca las sandalias

Voz en off:
Para libertar a tu pueblo,
Es que has sido elegido-
Regresa pronto hasta Egipto,
Allí verás al Faraón,
Yo siempre estaré contigo,
Por nada sientas temor.


Moisés:
Pero ¿Cómo, mi señor?
¿y si el faraón y el pueblo
No creyeran en mi voz?

Voz en off:                                      
Yo te entregaré la fuerza,
Para mostrar las señales,
Milagros tu mano hará
Pues tu dios te cuidará.
Exígele al faraón
Que a Israel deje libre,
Porque Yo soy el yo soy,
Dios de tus padres,
Dios de Israel
Y Jehová para todos
Mi nombre es.

Moisés (con tono vacilante):
Oh, Señor Dios, ten piedad,
Mi palabra no es muy buena,
Mi lengua no sabe hablar
Y muchas veces pesada
En mi boca se pondrá.

Voz:
Lleva contigo a tu hermano
Que está viajando hacia ti.
Su palabra es poderosa,
Siempre sabrá qué decir.
Yo pondré a ti y a él
Las palabras en la boca
Y hoy bendeciré tu vara
Que milagros obrará.
No temas, Moisés, no temas
Nuestro pueblo vencerá.

Desaparece el fuego, las niñas bajan los brazos y simplemente se van andando hacia bambalinas.

Moisés queda arrodillado en el lugar.
Música.


Moisés se pone de pie, coge la vara y cara al público dice:
Siento el fuego y su calor
Brillando en mi corazón.
Es el fuego del coraje
Que vive dentro de mí
Y por Dios y por mi pueblo
Yo llegaré hasta el fin.

Mientras la escena se va montando a pie de letra del relato
Coro:
Séfora y Moisés partieron,
Sus hijos iban también.
Aarón estaba en camino,
Iba a encontrarse con él.
El camino lo guiaba
Un gran ángel del señor,
Y fue Aarón quien le avisara:
Murió el viejo faraón.
El otro es aún más duro
Y el pueblo hoy sufre más.
La batalla será dura
Pero al final vencerás.

Moisés y Aarón ancianos (mientras ocurre el relato se monta la escena siguiente: faraón en el centro del escenario sentado en su trono, 2 guardias lo abanican. El coro se distribuye a un lado y otro del faraón)
Aarón:
¿Recuerdas hermano mío, cuando logramos reunir a los ancianos del pueblo. A todo israelita fuera de Egipto íbamos a conducir. Todos ellos se alegraron y también otros que escucharon.

Aarón y Moisés jóvenes caminan paralelo a la boca del escenario hasta el centro y van hacia el trono del faraón.
Dos niños mueven las olitas rígidas de las aguas del Nilo. Detrás de las olitas hay una larga tela roja.

Faraón:
¿Qué deseáis y
Quiénes sois?
¿Qué os trae por aquí
Sin tener concedida reunión?

Moisés:
De Dios somos mensajeros,
Del gran Dios de Israel
¡Deja marchar a mi pueblo
Para que pueda brindarle
Ofrendas en el desierto!

Faraón:
Yo no conozco a tu Dios
Más veo que hebreos sois.
¿Por qué no acarreáis las piedras
O hacéis ladrillos hornear?
Si los dejara tres días…
Lo tengo que consultar
Y mis sabios competentes
El permiso habrán de dar.

Mientras Aarón y Moisés se retiran el faraón llama al mago Balaam

Coro:
Le contó lo sucedido
El faraón a Balaam

Balaam:
Serán estos hombres fuertes,
Pero mi magia lo es más
No se preocupe mi alteza
Ellos ya volverán.

Coro:
La respuesta llegó al fin
Pero no era lo esperado.
Más trabajo, más penurias,
Fue todo lo que han logrado.
Entonces Moisés y Aarón
Decidieron presentarse
Y plantar cara al faraón.

Aarón:
Estamos aquí presentes,
Conoces nuestra misión.
Esperamos la respuesta
De la voz del faraón.

Faraón:
No sois vosotros confiables
Mi gran mago me lo ha dicho
Debéis mostrar un milagro
Y salvar el entredicho.

Aarón tira la vara al suelo y esta se transforma en serpiente.
Balaam se ríe.
La serpiente se enrolla en el cuello del faraón.

Balaam:
Veo lo grande que es su poder.

Faraón:
Sé que no será fácil vencer.

La serpiente se desenrolla del cuello del faraón y queda en el suelo. Moisés coge la vara y Aarón y Moisés salen.

Coro:
Por la noche fue el Señor
Quien le contó a Moisés
Que a la mañana siguiente
Al Nilo irían los tres.

dos niños mueven las olitas del Nilo.

Aarón y Moisés llegan al Nilo. El faraón ya está allí

Moisés:
El Seños, Dios de Israel
A ti me envía.
Deja a mi pueblo salir,
Déjalo ir a ofrendar.
Si así no sucediera
Las aguas del Nilo he de manchar.
Morirán todos los peces
Y nadie la beberá.

El faraón indiferente andaba de un lado al otro.
Moisés entrega la vara a Aarón, éste golpea el suelo con ella cerca de las olitas.
Gala y Andrea B. voltean las olitas y cogen la tela roja a modo de rio de sangre.


Coro:
Y siete días después
El señor habló a Moisés
Vuelve donde el faraón
Otra vez pide su favor
Si a tu pueblo obliga a quedar
Su pueblo de ranas voy a llenar

Salen ranas –títeres de varilla- por todo el escenario

Coro:
Las ranas por doquier
Invadieron casa y campos
El faraón suplicó
Y decidió liberarlos.

Faraón:
¡Quitad la plaga de ranas
De mi querido país,
Llevaros vuestras ofrendas
E iros pronto de aquí!

Las ranas desaparecen.

Coro:
Todas las ranas murieron,
Contenta estaba Israel
Más el gozo fue muy corto,
El engaño estaba en él.

Tras haber sido engañado
El Señor dijo a Moisés:
Golpea y golpea tu vara,
Ya acabaremos con él.

Aarón y Moisés a un lado del escenario golpean la vara con cierto ritmo.

Moisés golpeó con la vara
Plaga tras plaga trajo él:
Mosquitos, tábanos, muertes,
Langostas, granizo y después
La noche llegó en pleno día
¿Qué más podrían hacer?

Títeres de insectos y telas oscuras cruzan el escenario

El faraón ofuscado
A Moisés amenazó
Con matarlo si volvía
A verlo por la región.

Moisés y Aarón ancianos
Moisés:
Entonces habló el Señor, con su voz clara y profunda. La última plaga envió, Egipto murió de dolor. A cada familia egipcia, en el día diez del mes, un hijo se moriría, sería el primero en nacer. Tanto humano o animal, todos van a perecer.
A los hijos de Israel, también les dio su tarea: un cordero carnearéis y de él todos comeréis. Pintad con sangre la puerta, el ángel la verá y después, pasará sin dejar huella, todos sobreviviréis.

Coro:
Así ocurrió, a media noche,
Los primeros se murieron.
Llantos y gritos brotaron
De los que sobrevivieron.
Y en ninguna casa egipcia
Quedó un muerto sin llorar.
Por casa de los hebreos
El ángel dejó suavidad.

Aarón y Moisés jóvenes a un lado del escenario, llegan dos soldados del faraón-

Soldados:
¡Marchaos con vuestro pueblo!
¡Salid fuera del país!
¡Dejad Egipto para siempre
No queremos veros aquí!

Coro:
El pueblo se preparó:
Los camellos con comida,
Los rebaños alistados,
Esperaban la partida.

Música:
Shalom…
Comienza el piano mientras se prepara el éxodo
Moisés y Aarón jóvenes encabezan el éxodo. Cuando están listos comienzan a cantar Shalom… bajan del escenario por el lateral derecho dan la vuelta por el pasillo central para volver al escenario. Al pie de la escalera los espera en ángel con la estrella para guiarlos.

Moisés y Aarón ancianos (Mientras el público está atento a ellos discretamente Álvaro y Laurent salen en dirección a los hebreos)
Moisés:
No iba a quedar así, Egipto sin sus esclavos, el trabajo por hacer se les iba de las manos.
El mago aconsejó: envía a un gran ejército, que los obligue a volver, dejar el trabajo hecho. ¡Y el ejército partió a perseguir a nuestro pueblo!

En la mitad del pasillo central dos emisarios egipcios interceptan a los hebreos, van por delante de la escena y se encuentran con Moisés y Aarón. Mientras esto ocurre se aprovecha que la atención del público está puesta en el pasillo y en el escenario Daniel y Eudes montan lo necesario para el mar rojo. Los hebreos que siguen cantando todo el tiempo, bajando el volumen en los momentos que se habla interrumpen su canto así como el piano.

Emisarios egipcios a caballo:
En nombre del faraón
Exigimos el regreso
El trabajo os espera
Para dejarlo bien hecho.
¡No oséis desobedecer
La muerte será segura
Si os negáis a volver!

Moisés y Aarón:
Decidle al faraón
Que no vamos a volver
Nuestro Dios nos ha encargado
Que al pueblo de Israel
Devolvamos a su tierra
¡Y es lo que vamos a hacer!
Cuando vengan lucharemos,
No va nuestro brazo a torcer.

Los mensajeros giraron sobre sus caballos volver

Moisés y Aarón ancianos de pie en el escenario
Moisés y Aarón:
Y recibimos de Dios
Nuevas indicaciones
Dirigir la vara al mar
Y recibir la señal
Los vientos ya resoplaron
Velozmente y sin parar
Las aguas del mar se abrieron
Y nos dejaron pasar.

Mientras Moisés y Aarón hablan el pueblo de Israel se va acercando al escenario a encontrarse con la estrella, el Mar Rojo se prepara y ni bien termina el texto retoma el piano con Shalom…. Los niños cantan y entran en el mar. El pueblo de Israel pasa por entre las olas y salen hacia bambalinas, mitad hacia cada lado.
Los egipcios hacen el mismo recorrido que ellos por los pasillos y entran en el mar y el mar los tapa y ahoga.

El pueblo hebreo sale de cada lado de bambalinas diciendo repetidamente a modo de mantra un texto, Myriam (Sara) encabeza alguna de las filas la siguen los chicos a partes iguales de un lado y del otro. Suben al escenario y se organizan en la boca del mismo. Esto permite a Daniel y a Eudes retirar el Mar Rojo y a los egipcios.

Hebreos mantra:
Reconocemos hoy
Es la voluntad de Dios
Alabanzas elevemos
Bellos cánticos cantemos.

Cuando están todos organizados comienza la introducción el piano y cantan el himno:
Comenzad a cantar, los tambores tocad,
Hundido está el ejército del faraón.
Comenzad a cantar, los tambores tocad,
Ahogado en el Rojo Mar
Está hombre y corcel,
El orgulloso tropel
En las aguas profundas,
En el lecho del mar.
Ante nuestro pie, el agua mermó
Y un ancho camino se abrió.
La nube nuestro paso cubrió
Como la vara de Moisés lo ordenó.
Oh pilar de fuego de Dios,
Tú guías con claro brillar.
¡Acompaña nuestros pasos
A la lejana tierra natal!
Comenzad a cantar, los tambores tocad,
Hundido está el ejército del faraón,
Ahogado en el Rojo Mar.
Por tanto agradeced y alabad al señor
Con cantos y tambor.

Moisés y Aarón ancianos (mientras esto ocurre se ubica una escalerita tapada por una tela marrón, el monte de Sinaí.
Moisés:
Viajamos casi tres meses hasta que logramos llegar hasta el centro del desierto, a Sinaí, el monte a estar.
Aarón:
A Moisés Dios indicó que subiera a la montaña, que allí él recibiría para el pueblo la ley en sus tablas.

Moisés joven está en el monte de Sinaí (arriba de la escalera)
Alrededor está su pueblo cantando y bailando Kolodi

Moisés y Aarón ancianos
Aarón:
Cuarenta días y cuarenta noches permaneció moisés en el monte de Sinaí.
Dios, el Seños habló con él:

Voz en off:
Para que tu pueblo sepa
Cómo cada uno debe andar
El camino en esta tierra,
Te entrego estos diez mandamientos

Aarón:
Moisés grabó en las piedras
Con escritura de fuego
Y así los llevó a la tierra.
Con él el camino recto
Y el limpio corazón
Que el pueblo de Israel,
Los siga con devoción.

Con Moisés en el centro sobre el monte de Sinaí (con las tablas de la ley en sus manos), el grupo se organiza cara al público y salen en grupos preestablecidos, de modo que parezca aleatorio y formulan los diez mandamientos.
Moisés anciano: (Que está de pie al lado del grupo junto a Aarón anciano)
Estos son los mandamientos
Que nos dejó nuestro Dios

Salen los subgrupos:
1-      No tendrás otros Dioses aparte de mí
2-      No harás ídolos ni los adorarás
3-      No utilizarás en vano el nombre de dios, ni blasfemarás
4-      Santificarás el día del Sabat
5-      Honrará a tu padre y a tu madre
6-      No matarás
7-      No adulterarás
8-      No robarás
9-      No mentirás acerca de tu prójimo
10- No codiciarás los bienes de tu prójimo

Moisés anciano a Aarón anciano que se acercó a él:
Ve Aarón, ve con el pueblo,
Con ellos debes seguir
A la Tierra prometida
Debes guiarlos al fin

Yo estoy viejo,
Aquí me quedo
He cumplido mi misión.
Sigue con tu destino,
Yo encontraré el perdón.

Aarón anciano se pone frente al grupo, todos los siguen, introducción del piano, Shalom…. Cantan y salen.

Vuelven por el pasillo central a saludar.





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