miércoles, 18 de enero de 2012

El singular valor de la palabra

Soy consciente que la literatura Española y su historia no son un contenido que se trabaje en la etapa de Educación Primaria, del mismo modo sé que la historia de la literatura española tiene imágenes y figuras muy afines a las necesidades y anhelos de los niños de estas edades y también reconozco que el ser maestro nos pone en un lugar privilegiado a la vez que difícil, somos los responsables de la educación –que no de la instrucción ni del acopio de información- de un grupo de niños. En especial me ocurre que al ser maestra Waldorf acompaño al mismo grupo desde su entrada a la escuela en primera clase hasta su salida en sexto. Menuda responsabilidad. Esto me refresca la reflexión de que para poder educar, siempre tenemos que tener un gran baúl lleno de saberes, no porque vayamos a ponerlos en juego sino porque son nuestra plataforma de lanzamiento. Podemos hablar de los caballeros, de los reyes, de los juglares pero si ese tema del que hablamos cala hondo en nosotros, los maestros, si sabemos de él, aunque solamente agreguemos dos datos, una anécdota, una nota de color, ese aprendizaje será para nuestros alumnos más rico, interesante y hasta podría decir apasionante. Dentro de mi experiencia puedo reconocer que de aquellos temas que sé mucho (y digo poco) los niños entran con entusiasmo, alegría y buscan más allá. No es la literatura el tema que más sé, quizás el arte o la física, pero este bloque me ha dado la posibilidad de adentrarme en un maravilloso mundo que, en su proceso histórico, de la mano del aporte singular del penduleante recorrido, me ha llevado a conocer, con algo más de profundidad la literatura española. Si a esto le sumamos que soy argentina, el aporte es aún mayor.
No es que tenga tiempo y tampoco sé cuándo dispondré de él pero en mi libretita de apuntar lo que quiero leer la lista se ha hecho enorme y quizás no importe tanto lo que haya leído o hecho hasta hoy sino la gran cantidad de sugerencias e ideas que han brotado mientras investigaba, los textos que he leído a medias, las frases sugerentes que me muestran por donde seguir este camino de aprendizaje permanente.
Y si bien no he perdido el tiempo, me gustaría encontrar un recodo temporal y echarme a leer, más y más.
Siento agradecimiento desde lo personal pero también reconozco lo valioso que este singular estado provoca en mis alumnos, las ideas que me provoca, las preguntas que en mí despierta, allí reside su importancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario